A cuanto aire resista
y quiera enterrarme su fuego rancio
y los gusanos enredados a éste,
para ser toda muerte el pasillo de infinitos.
Mis caras famélicas abrevarán de los bordes en el silencio.
Encontraré las pistas de mi derrota
en el decimal diestro de tu cuerpo.
Abusaré de mi voz para decirte
podés irte y que no lo lamento.
Ya no es ésta tu aquella,
el sostén amedrentado de tu febril olvido.
Que se llame otra la resaca.
Que reclame mi única y entera vuelta hacia el pespunte rabioso de tu ego.
Donde mis hembras mudarán con sus pieles
las letras a otro abecedario.
En él tus bestias degollarán mi nostalgia.
Y entonces será cierto,
será otra la mujer que amabas.
mil años de estas letras....muchas luces y sombras asomadas a estas lagrimas. Pero ahora estoy segura que no. Ya no.
ResponderEliminarEl ego apesta.
ResponderEliminarLindo blog, saluodos.
Ame esa foto por Dios!
ResponderEliminarQue otra sea la mujer...tanta rabia cabe donde tanto amor ya no sostiene...
ResponderEliminarme encanta el nuevo look del blog
ResponderEliminarq se llame mary ann
o saborrrrrrr =P
besote
Eso es metamorfosearse!
ResponderEliminares como un stop, hasta acá llegaste.
ResponderEliminarNo más.
Y como diría Charly: "Say no more"
say no more. End of the history. Final feliz?
ResponderEliminarNo.
No existen.
Y como dijo Lola: metaformoseandoME!
Maravilloso.. un gusto leer asi eso que pasa...ese momento en que en alguien una deja de ser la que era y pasa a ser otra o es otra la que ahora es para esa persona. se entendiò? bueno, me gusta el blog.
ResponderEliminarun beso,
Vero.