Silencio sobre la verticalidad del agua.
Se entierran las cabezas en el piso y se ahogan
A la cuenta de tres la tibia estalla y busca nuevas formas.
Mis parpados serpentean el sueño
Los labios beben del mar de mis ninfas
leen palabras que asoman carne
Se muestran.
Me recuesto
Acabo.
La hora enmarca la sed empírea.
Mi cabeza marmola el pavimento.
El tiempo se deshace gimiente.
Lamo la sal grumosa de tu vientre y llego.
La noche abre las piernas.
Tus arterias manchan de colores mis cometas.
El reloj calla
Y yo tambien callo.
permiso para tomar prestado el final!!
ResponderEliminarque hermoso poema!!
nada para criticarle, redondito, muy buen sonido y todo lo que lo hace super :D
te espero por msn, te agregue recién...
abrazos